Del muro de Carlos Maza:
Cuenta Juan Ramón que acudió a despedirse de su
admirado Francisco Giner de los Ríos, agonizante en su cuarto de la Residencia
de Estudiantes, donde tantas clases impartió. Éste, desde la cama, le señaló
varios ejemplares de "Platero y yo" diciéndole: "Es lo que he
estado regalando estas Navidades". Era febrero de 1915. Abriendo con
esfuerzo un ejemplar aquel hombre que moría le señaló el párrafo
"Melancolía" sobre la muerte de Platero: "Así de sencillo
tendría usted que escribir siempre".
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Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos.
Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su trino menudo, florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo.
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Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos.
Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su trino menudo, florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo.
2 comentarios:
El próximo año 2014 es el centenario de la publicación de "Platero y yo", libro que Juan Ramón no pensaba en publicar hasta que su mujer Zenobia le empujó a contestar a una demanda editorial con estas páginas sueltas que había escrito desde 1906 a lo largo de varios años.
Por eso te digo que cuando se ama escribir, hay que hacerlo. Nunca se sabe ... Gracias por la visita.
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