— Por todo el Planeta, no solo
por Europa —le dije un poco mosqueado
— No es que no te entienda, pero
parece una locura. ¿Lo has pensado bien? —preguntó preocupado
Había preparado aquella aventura durante
años, era mi jefe y le pedí que me conservara el trabajo. Finalmente pactamos que
él mantendría mi puesto y yo haría buenas fotografías de los lugares que iba a
recorrer.
El 15 de abril salí del garaje, miré la calle desierta, puse
un pie en el pedal de la bici y partí en busca de mí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario