martes

Un día de pandemia

Necesito comprobar si alguien lee en este blog. Creo que se ha perdido el enlace y ya no está en las listas que lo promocionan. La reaalidad es que no estoy segura, por eso agradecería que si alguien entra, tanto si lee como si no, deje un pequeño comentario para poder asegurarme de que merece la pena escribir y publicar pequeños articulos en él. Gracias de antemano y cuidaros mucho.



 





Los vecinos de mi entorno, incluida yo, nos asomamos a la mañana a las ventanas y miramos primero al cielo, a ver qué día hace y luego a la calle. Hoy le he escuchado al hijo de uno de los vecinos decir:
—La calle totalmente vacía, no se ve ni a Dios !!!

Y ya me he puesto a pensar: mientras desayunaba, mientras hacía la cama y mirando de nuevo a la calle, que sigue vacía, ni un alma con perro o con bolsas de la compra. Nadie.

Me preguntaba dónde estará Dios. Quizá sentado en una silla en el salón de su casa, o sea el cielo, mirándonos asombrado. Debemos ser un espectáculo entretenido aunque a Él, a fuerza de repetir las mismas cosas una y otra vez, ya nada le sorprenderá, supongo. 

Como lo sabe todo, también sabrá que los hay que le echan la culpa de lo que está pasando, bueno estos serán pocos, pero muchos que dicen ser sabios y que han estudiado la leche, dicen que lo que pasa es por un bicho que no se sabe de dónde viene y por lo tanto debe ser tuyo, o sea que lo has puesto tú en este mundo que tu creaste con o sin explosión, que eso es lo de menos. Así que, como pasa con la oposición y el gobierno, la culpa es de otro, ya sabes. El caso es no pensar y reconocer que somos la peor plaga que habita en la Tierra y que cualquier cosa que pase aquí es responsabilidad nuestra, de cada uno de nosotros. Como somos borricos y cobardes, jamás lo reconoceremos y te echaremos la culpa a ti que no te fijas y así no puedes ayudarnos o quizá es que no quieras, que también podría ser y no me extrañaría nada.

Y ya está. ¿Puede considerarse esto una oración? ¡Atiza! no lo había pensado. Pues a lo mejor y mira que tendría gracia porque yo contigo tengo esa clase de relación de las margaritas con los enamorados: ¿Me quiere, no me quiere? ya sé que me quieres, pero mi pregunta no es esa, la mía es más complicada ¿Estás ahí o no estás?









No hay comentarios: